Si en el artículo sobre los mejores castillos de Valencia que publicamos hace unos días no hablamos del Castillo de Corbera es porque hoy le vamos a dedicar uno entero a él solo. Se trata del monumento más importante de este municipio de la Ribera Baixa, que desde lo alto de una colina domina la población que se extiende a sus pies. Para llegar al Castillos, os recomendamos una ruta acaba en él.
Ruta del Cantalot y Clavell
Se trata de una ruta de unos 5 kilómetros, no demasiado exigente salvo por algunos tramos que tienen una pendiente algo elevada. Arrancamos en la Plaza Mayor de Corbera, y tras tomar las calles San Vicente y Rey Don Jaime salimos del pueblo. Junto a un almacén de frutas un cartel nos indica el camino al Cantalot. En este punto, podemos desviarnos ligeramente del camino y visitar la Fuente del Salsero, al final de una senda. Sino, seguimos las indicaciones hacia el Cantalit.
Cuando llevemos 1’5 kilómetros llegaremos al Motor del Cantalot, y si seguimos adelante coronaremos la Casera Blanca, el punto más elevado del camino donde tendremos unas vistas espectaculares. Seguiremos por la derecha, y tras dejar atrás en albergue-residencia de los Padres Dominicos hay que seguir el camino que lleva a la Cova Negra. Antes de llegar al Castillo de Corbera pasaremos al Barrio del Clavell por un camino perfectamente señalizado y que no tiene pérdida.
El Castillo de Corbera
La fortaleza se levantó sobre construcciones anteriores, lo que invita a pensar que el castillo tiene sus orígenes en la época romana. Como en muchos de los castillos de la provincia, los cristianos reformaron la fortificación islámica original, adaptándolo a sus necesidades. Ya hemos comentado que desde la colina en la que está se controla la población, y la leyenda dice que el rey musulmán se refugió aquí tras perder ante el Cid Campeador a las afueras de Valencia.
En cambio, hay constancia de la dura batalla que se libró en él el año 1521, durante la Guerra de las Germanías, que destruyó completamente el Castillo. Aún así, a día de hoy todavía quedan las ruinas de sus muros, con 47 centímetros de ancho hechos de cal y piedra. También destacan los cuatro contrafuertes del patio de armas o la gran torre albarrana, a partir de la cual empieza el camino hasta un núcleo urbano del que nos separan campos de naranjos distribuidos en las tradicionales terrazas.
Más información: Ayuntamiento de Corbera
Foto: Tamara Alcaide y Ximo Torres en Facebook L’Agenda Corbera