A medida que nos vamos acercando a Cullera vemos crecer el castillo, que se levanta en lo alto de la montaña. Su presencia parece vigilar todo cuanto se divisa desde su mirador: los pueblos vecinos, la propia Cullera y la siempre tranquila bahía de aguas mediterráneas.
Vuestra visita a este monumento empieza ya desde abajo, pues una senda blanca de postal serpentea la colina hasta dejarte a las puertas del castillo, que fue declarado Bien de Interés Cultural hace 30 años, en 1983. Hemos empezado diciendo que parecía un vigilante, un dato cierto históricamente porque el Castillo de Cullera es una fortaleza califal construida en el siglo X para controlar y defender la zona – al igual que las Torres de Guaita -, sobre todo la desembocadura del río Xúquer. Una vez dentro podemos visitar las diferentes estancias que siglos atrás pisaron árabes y cristianos. La Capilla, cuyos muros están adornados por unos arcos apuntados que se cruzan en lo alto, fieles al estilo gótico. Actualmente hace las funciones de museo. La Sala de Armas nos da acceso a las 2 torres más antiguas que encontraréis en el castillo: la Torre de Cap d’Altar y la Torre del Respatller. La fortaleza consta de más torres, como el Baluarte de protección y almacenamiento de las armas de batalla -entre ellas un cañón denominado ‘sacre’- que se alza en el otro extremo; la Torre Blanca de 16 metros de altura en la que curiosamente se guardaba la pólvora; y la denominada Torre Mayor, aunque mide un poco menos, aproximadamente unos 15 metros. El centro de todas estas estancias ha quedado reservado para los 2 patios.
En época estival este monumento está más vivo que nunca, pues abre sus puertas para celebrar las Noches del Castillo de Cullera, que atraen tanto a pequeños como a mayores.
El Santuario de la Virgen del Castillo
Ésta es la iglesia de estilo neo-bizantino que encontramos junto a la fortaleza. Fue construida en 1890 en honor a la Virgen de la Encarnación y es la patrona de Cullera, popularmente llamada la ‘Mare de Déu del Castell’. Su imagen la podéis ver en el presbiterio y también durante las fiestas patronales, cuando tiene lugar la esperada ‘Baixà de la Mare de Déu’. Como su nombre indica (‘baixà‘ significa bajada en castellano), se traslada la imagen de la Virgen desde el Santuario hasta la Iglesia dels Sants Joans, situada en el pueblo, para que resida más cerca de los habitantes de Cullera durante estos señalados días. Esta tradicional celebración tiene lugar el fin de semana siguiente a la Semana Santa.
Os animamos a realizar esta visita en primera persona, aunque antes debéis saber que el día de descanso es el lunes. El resto de días está abierto de 10 a 14 horas desde el 1 de octubre hasta el 30 de marzo. Además, del 1 de abril al 30 de septiembre el horario se amplia, acogiendo visitas de 10 a 13 horas y de 17:30 a 20:30 horas de la tarde. Encontraréis más información acerca del Castillo y otros puntos de interés en Museos de Cullera y en la página web de turismo de la localidad.
Foto / Sdrobkov