Ya hemos estado en esta ciudad de la Vall d’Albaida y hemos comprobado que hay muchas cosas que ver en Ontinyent. Hoy hemos decidido conocer mejor su naturaleza a través de una ruta muy popular. Nos referimos a aquélla que recorre la senda de l’Alba, la cual se divide en dos tramos. El primero llega hasta el Pou Clar y el segundo hasta el Pou de l’Olleta.
El primer tramo arranca justo en el punto en que finaliza la avenida del Llombo. Desde aquí hay que dirigirse por la ronda Oest que os conducirá hasta la fábrica y casa de l’Alba. Desde aquí se alcanza fácilmente la zona del Pou Clar. Este último es un paraje fluvial realmente bello, de hecho, su gran valor natural lo posiciona como el más relevante del término municipal de Ontinyent. Gran parte de esta riqueza paisajística se debe a que alberga el nacimiento del río Clariano y sus conocidos pozos excavados en la roca que han sido bautizados con diferentes nombres, así que tenemos el Pou dels Esclaus, el Clar, el Gelat, de la Reixa, Fosc y el Pou dels Cavalls, situado en la parte más baja. Una vez aquí hay que aprovechar para disfrutar de este paraje, por lo que os recomendamos que os toméis vuestro tiempo para descubrir su naturaleza. Y si decidís visitarlo con la llegada del calor tenéis que saber que os podéis dar un buen baño en sus frías aguas.
Como ya os habíamos adelantado al principio, aquí empieza el segundo tramo (de tan sólo 1 kilómetro de distancia) de esta ruta. La senda recorre esta vez la zona del Campello y también es posible continuar por los caminos que pasan junto a las huertas del Llombo.
Si esta ruta es demasiado corta para ti siempre puedes seguir con las otras sendas de la zona, como la del Remallar, la del Castellar, dels Enginyers, los caminos que recorren las diferentes fuentes del entorno, la GR-7 o la que te adentra en el conocido paisaje del Barranc dels Tarongers. Recuerda que Ontinyent alberga otros tres parajes naturales: Sant Esteve, Gamellons y Fuste.
Fuente / Turisme d’Ontinyent
Foto / visualpanic