La comarca de la Costera se caracteriza, entre otras muchas cosas, por los castillos ubicados en algunos de sus municipios, los cuales representan la muestra más fehaciente de los antiguos asentamientos que habitaron este lugar. Además, es precisamente en esta comarca donde se localizan dos de las fortificaciones más importantes de toda la Comunidad Valenciana, concretamente en los municipios de Xàtiva y Montesa. Son edificaciones en un elevado estado de conservación si se tiene en cuenta el tiempo transcurrido, las catástrofes naturales y el crecimiento urbanístico producido desde que fueron construidos.
El castillo de Xàtiva es, sin duda, uno de los más impresionantes. Se trata de una compleja y extensa fortificación que en su momento significó un enorme sistema defensivo y que actualmente posee una gran relevancia arquitectónica, histórica y militar. Durante mucho tiempo fue considerado como uno de los mejores castillos de la Corona de Aragón y de gran parte de la península. Uno de los motivos es su privilegiado emplazamiento, ubicado en una zona estratégicamente elevada. Además, estaba también compuesto por 4 puertas, fosos alrededor del edificio y 30 torres de defensa, entre otras peculiaridades. Hoy en día es un lugar que merece la pena visitar puesto que ha logrado conservar parte de ese halo de grandeza que albergó entre sus paredes durante años.
El otro gran bastión de la comarca es el de Montesa. Esta pequeña localidad valenciana conserva uno de los restos más antiguos que se conocen, remontándose a épocas de la ocupación musulmana. Las ruinas del castillo se erigen sobre una pequeña colina que custodia el municipio, un emplazamiento clave que permitía dominar el valle y tenerlo controlado. De hecho, este lugar fue declarado Monumento Histórico a principios del siglo pasado.
Por su parte, en el término municipal de Vallada se localizan numerosos yacimientos arqueológicos que prueban la ocupación humana de este territorio cientos de años atrás, aunque se estima que no fue hasta la época del imperio romano cuando realmente hubo un asentamiento como tal. El castillo de la Vallada, también denominado ‘Castillo de Umbría’, se alzaba hasta los 520 metros de altura sobre un paraje conocido como ‘La Peña’. Es en este mismo lugar donde se han encontrado restos de asentamientos anteriores que podrían remontarse a la Edad de Bronce.
Otro de los castillos que destacan y que realmente merece la pena visitar es el de Moixent cuya valiosa posición justifica el hecho de haber encontrado numerosos restos íberos y romanos de gran importancia arqueológica. Su fortificación está emplazada sobre un pequeño cerro, aunque podría hablarse de un ‘Castellaret de Dalt’ y un ‘Castellret de Baix’ puesto que está dividido en dos zonas que constituían un único conjunto defensivo. A pesar de que hoy en día está prácticamente en ruinas, los numerosos restos que se encuentran nos permiten hacernos una idea de cuál fue su aspecto original.
Foto / J-Ro