A tan solo 14 kilómetros de Valencia nos encontramos con la localidad de Santa María del Puig, más conocida como El Puig. Se trata de una localidad costera famosa por el Monasterio de Santa María. Los primeros pobladores, fue un pequeño asentamiento íbero, a continuación pasaron por El Puig los romanos y los árabes -con el intervalo de la conquista del Cid- hasta que en 1237 Jaume I lo recuperó para los cristianos y pasó a formar parte del Reino de Aragón.
Nuestra primera parada, como no podía ser de otra forma, es el Real Monasterio de Santa María del Puig. El edificio empezó a construirse en 1588, y podemos participar en las visitas guiadas que recorren el claustro bajo, donde destacan el salón gótico, una capilla barroca o el refectorio y el claustro alto, donde estaban las estancias reales. En la iglesia gótica encontraremos la imagen de Nuestra Señora del Puig.
Dentro del Monasterio también nos encontramos con el Museo de la Imprenta, el segundo más importante en toda Europa dedicado a este invento clave para la humanidad. Entre las joyas que encontramos aquí hay una réplica de la prensa de madera utilizada en el siglo XV por el inventor de la imprenta, Gutenberg, u otros pioneros del invento como Vizlant o Palmart. También hay máquinas del siglo XIX, momento de máximo apogeo del invento, litografías, planchas de cinc o moldes de tipografía.
Tres años antes, en 1585, comenzó a levantarse la Cartuja de Ara Christi. Decimos comenzó porque desde entonces el edificio se ha ido ampliando paulatinamente con nuevas capillas, claustros y patios, además de unos espectaculares jardines. Desde los primeros cartujos de Porta-Coeli a los frailes capuchinos que la abandonaron en los 70 han pasado por Ara Christi diversas comunidades de monjes y frailes, además de las tropas de Napoleón que en 1808 saquearon la Cartuja.
Pero si hay un monumento que domina El Puig, este es el Castillo de Jaume I, que a lo largo de la historia también se ha llamado Castillo de El Puig, de Yubayla, de Cebolla o de Enesa. Como todos los castillos medievales está sobre uno de los puntos más altos de la ciudad, la Montaña de La Patà, y desde allí se vigilaba la entrada a Valencia tras su construcción en el siglo XI. Tenía un profundo foso y tres torres, de las que aún quedan restos. También podemos ver lienzos de murallas o restos de las construcciones auxiliares del castillo.
San Jorge y sus milagros también jugaron un papel clave en la conquista de Valencia, y en su honor se erigió en 1631 la Ermita de Sant Jordi. Se encuentra en un espectacular jardín, y cada 9 de octubre, coincidiendo con el aniversario de su restauración en 1926, se celebra una procesión. Un siglo después se levantó la Ermita de Santa Bárbara en honor a la patrona de los labradores, desde la que ahora podemos disfrutar de unas vistas magníficas de la localidad y sus alrededores.
Avanzamos un poco en el tiempo hasta la Guerra Civil, cuando El Puig jugó un papel clave en la estrategia republicana para defender Valencia, entonces capital de la República. A lo largo de El Puig y sus colinas encontramos búnkeres, trincheras, túneles, refugios antiaéreos o nidos de ametralladoras que podemos recorrer en la bautizada como ruta de las trincheras. Destaca la batería antiaérea que hay en la playa, declarada BIC en 2006, reconocimiento que también esperan los puntos defensivos de Santa Bárbara, Cabeçolet, el Castell y el Cabeç Bort.
Las playas de El Puig
Su presencia en la costa mediterránea hace que El Puig también sea conocida por sus playas. De norte a sur son la Playa de Santa Elvira-La Torreta, fronteriza con Puzol y prácticamente sin olas; la Playa dels Plans, delimitada por una zona de dunas; la semiurbana Playa del Barri dels Pescadores, la Playa de Puig Val-Play Puig, que se ha convertido en una sucesión de pequeñas calas y la tranquila playa de Medicalia, que limita con La Pobla de Farnals, también de carácter semiurbano.
El Puig Natural
A lo largo de nuestro recorrido por El Puig ya hemos visto alguno de sus parajes naturales, como la Montaña de La Patà, donde están los restos del Castillo y las trincheras y refugios de la Guerra Civil o la Montaña de Santa Bárbara, en la que se encuentran el Colegio Pare Jofré y la Ermita de Santa Bárbara y desde la que podemos disfrutar de magníficas vistas del Mediterráneo y de la Calderona.
En El Puig también encontraremos una gran cantidad de acequias y canales que reflejan los sistemas de aprovechamiento del agua tradicionales de la Comunitat Valenciana. La mayoría sirven para regar los campos ce cítricos, y en la huerta encontramos algunas alquerías muy bien conservadas. Si tienen suerte, los aficionados a la ornitología podrán disfrutar del vuelo de alguna águila culebrera en las zonas del interior, como el Cabeç Bord o la Serra Llarga.
Más información: El Puig turístico
Fotos: Buscavientos – Manel – juancandela225