Los “Pastissos de les Monges”, son de una delicadeza proverbial. Estos dulces, sin embargo, traen consigo una particular historia que aún los hace más interesantes. Las hermanas agustinas del convento de Bocairent eran famosas por la elaboración de estos pasteles, cuya receta guardaban celosamente a pesar del interés mostrado por los pasteleros.
Con el paso de los años, los pasteleros locales, aprendieron a elaborarlos, de manera similar a como los elaboraban las monjas. En su origen, los pasteles también llevaban el nombre de “Pasteles de la Esperanza”, porque las primeras monjas que habitaron este convento de Bocairent, provenían del Convento de la Esperanza (Valencia). Elaborados con productos naturales, su base es la almendra y el huevo, principalmente. En las pastelerías locales se pueden adquirir.
La Sierra Mariola, declarada Parque Natural, está considerada como una de las mejores sierras de Europa en cuanto a cantidad y calidad de especies botánicas medicinales y aromáticas, por ello algunos la conocen como la “botica de Europa”. Bocairent, por su parte, es el término municipal que mayor superficie aporta al parque natural. El herbero es su ‘bebida nacional’ y a su preparación son muchos los bocairentinos que se dedican y esmeran tanto en la selección y recolección de las hierbas como en su elaboración con una magistral mezcla de anís dulce y seco. El resultado es sobresaliente. También en otras poblaciones de la Mariola se elabora herbero, pero ninguna tiene la fama que se le acredita al de Bocairent. Es un licor muy apreciado y digestivo después de una buena comida. En bares y restaurantes de la población, se suele ofrecer a los clientes después de las comidas.
La repostería de Bocairent tiene una fama bien merecida entre las poblaciones de Mariola. El uso de los ingredientes típicamente árabe-mediterráneos (azúcar, huevo, miel, almendra y harina) alcanzan una maestría encomiable en manos de los pasteleros bocairentinos: “mantecats”, “pastissets de moniatos”, “carquinyols”, “sequillos”, “rotllets d’anís”,… Tanto es así, que una bandeja de degustación y una botella de herbero podrían ser la mejor compra como recuerdo.