En la Ribera Alta descubrimos hoy Manuel, un municipio de la comarca que está atravesado por el río Albaida y en el que encontramos las pequeñas colinas de Les Salines, nombre y entorno que comparte con el enclave paisajístico del Paraje Natural Municipal de les Salines. Éste es un lugar que por sus características es perfecto para disfrutar de sus valores naturales, del patrimonio cultural y de las zonas recreativas que alberga. Las 28 hectáreas que forman Les Salines fueron declaradas un espacio protegido hace años por su importancia natural e histórica, ya que antiguamente se extraía la sal de estos terrenos para entregarla al ejército.
Esto fue posible debido a la composición de la Serra de las Salines, formada por una combinación rica en sales minerales de roca calcárea, arenosa, arcilla rojiza y otros elementos, es decir, lo que da lugar a la sal común. Estas condiciones también han hecho que la vegetación que aquí crece se haya adaptado a su presencia. En torno a este paraje se ha habilitado una ‘ruta verde’ de unos 4 kilómetros apta para realizarse tanto a pie como en bicicleta, a la vez que pasa por otros puntos de interés como son la Paret del Moro, el denominado ‘nido de ametralladora’, el Ullal y el Centro de Turismo Rural. Todo lo encontraréis en uno de los 32 folletos que la Diputación de Valencia elaboró a modo de pequeña guía turística sobre los parajes naturales de la provincia.
Este centro de turismo es en realidad un centro Ecoturístico-Cultural-Educativo en el que se siguen recuperando las instalaciones relacionados con la extracción de la sal y el ejército. Se trata de la Torre Nova, o Paret del Moro, que data del siglo XIII, los restos de los hornos Algepsar, de los pozos, estanques, las antiguas fábricas, la casa de la Administración del 1723 o la ermita de Sant Antoni, también del siglo XVIII. Además de recuperar esta parte del patrimonio histórico de Manuel, este centro también pretende recuperar tradiciones gastronómicas, artesanales y culturales a través de los diferentes talleres que organiza a lo largo del año. El edificio ha sido totalmente rehabilitado para conservar su aspecto original y está formado por 3 bloques entre los que se encuentran el centro de naturaleza, el albergue rural y el hotel rural. En su interior hay diferentes estancias como salas de convenciones, aulas de naturaleza, comedor, restaurante y un albergue adaptado. Sin duda, este idílico lugar es un buen ejemplo de turismo rural sostenible, perfecto para reencontrarte con las tradiciones y con la tranquilidad que andas buscando.
Fuente / Les Salines de Manuel
Foto / València, Terra i Mar