Como cada año el municipio valenciano de Catarroja se prepara para acoger el tradicional concurso de All i Pebre, un plato indispensable y característico de la gastronomía local gracias a su estratégica ubicación, muy próxima a la Albufera. Este concurso constituye una pieza clave en las fiestas patronales del municipio que va más allá de una simple competición culinaria entre vecinos, ya que se trata de un plato desbordante de historia que supone una de las joyas más preciadas que poseen.
En honor a San Miguel y al Cristo de la Piedad, esta población valenciana convoca el concurso gastronómico con su plato estrella, y no es casualidad pues Catarroja ostenta el ‘título’ de ser la cuna del All i Pebre. El evento, que atrae a personas de todas partes, se configura como la culminación máxima de su preparación dado que cientos de decenas de cocineros expertos acuden para dar lo mejor de sí mismo y conseguir preparar el mejor All i Pebre.
¿Qué mejor lugar para cumplir las tradiciones y preparar el guiso que dentro del Parque de la Albufera? Por ello, el ayuntamiento ofrece ese día a sus vecinos autobuses gratuitos para que puedan llegar hasta el puerto de la localidad y disfrutar del concurso. La organización municipal, además, pone a disposición de los concursantes un kilo de anguilas, otro kilo de patatas y aceite, todos productos esenciales para preparar el All i Pebre. Uno de los momentos más esperados llega al finalizar el evento, cuando los asistentes que no concursan pueden recoger raciones individuales para degustarlas.
Catarroja representa una enorme tradición gastronómica en la cocina de la anguila, pues supone el lugar idóneo para ello. Todo su recetario está lleno de platos en los que se requieren productos autóctonos que ellos mismo cultivan, especialmente arroces, aunque sin duda el All i Pebre es su marca de identidad por excelencia, puesto que muchos relacionan directamente el nombre del municipio con el del plato.
Otras localidades de la zona se han unido con el paso de los años a la celebración de este concurso organizando también el suyo propio. La pedanía del El Palmar, por ejemplo, lleva ya varios años con su evento gastronómico que cada vez tiene más adeptos. Se trata de una oportunidad estupenda, sobre todo para los vecinos de los municipios colindantes a la Albufera, para probar suerte de pueblo en pueblo cocinando este tradicional plato cuya receta ha pasado de padres a hijos durante muchos años.