La provincia de Valencia ofrece playas de todo tipo, pero si estás buscando algo diferente te proponemos la Playa de l’Ahuir de Gandia y sus dunas. Esta playa de La Safor tiene un gran valor ecológico, ya que a lo largo de la costa mediterránea ya no quedan muchas playas con restos de restinga en un estado de conservación como el de l’Ahuir, auténticas supervivientes.
La restinga es una zona de depósito litoral en la que confluyen los sedimentos de los ríos y las corrientes del mar. Así, se forma una zona intermedia, una especie de transición entre el ecosistema de las dunas frente al mar y otro de interior, que en el caso de la playa de l’Ahuir es el del marjal, otro de los elementos típicos de la costa valenciana, especialmente en comarcas como La Safor.
El valor ecológico
De esta forma, se contribuye al equilibro del balance de arena que permite el desarrollo de unos bosques litorales. Éstos, por una parte, ayudan a contener los efectos de la erosión marina en los temporales de invierno y, por otro lado, permiten el desarrollo de un hábitat único para algunas especies animales y vegetales, dotando a l’Ahuir de un gran valor paisajístico y recreativo.
Otra de las ventajas del peculiar ecosistema de l’Ahuir es que se ha convertido en un lugar ideal para la investigación y la educación ambiental. Todos estos valores hacen que cualquier cambio o agresión que puedan sufrir las dunas tenga unas graves consecuencias, por lo que se han protegido y se intenta hacer frente a las especies invasoras. Por eso, si vamos a la playa debemos prestar atención especial en proteger el medio ambiente y dejarlo todo como estaba al llegar.
La Playa
Podemos llegar a la playa andando desde Gandia o desde Xeraco. Tiene unos dos kilómetros de largo y es bastante ancha. La arena es muy fina, y al entrar al mar hay muy poco desnivel. Aunque la particularidad de esta playa es que es nudista, no debería haber ningún problema si no nos quitamos el bañador. Además, es una playa mucho más tranquila que las de su alrededor, ideal para relajarse y desconectar.
Está rodeada por las dunas y huertos. Sin embargo, hace unos años se protegieron las dunas con andamios y pasarelas de madera para conservar el ecosistema y ya no nos podemos adentrar en ellas. Pero eso no nos impide disfrutar del espectacular paisaje que conforman y de las magníficas vistas que hay, con el Mediterráneo a un lado, y la Marjal de Gandia y el Montdúver al otro. ¡No te lo pierdas!
Más información: Ajuntament de Gandia
Foto: Avecendrell