Muchos no lo saben pero a escasos 30 kilómetros de la ciudad de Valencia, en el municipio de Ribarroja del Turia, encontramos una de las ruinas visigodas más relevantes del conjunto del territorio español. Si sois aficionados a la historia, se trata de un excelente emplazamiento donde conocer más y mejor los orígenes de nuestra provincia.
Estamos ante un asentamiento descubierto hace relativamente poco tiempo, pues hasta que en la década de los 70 unos labradores no percibieron algo raro al trabajar sus tierras, este importantísimo hallazgo permanecía oculto a nuestros ojos. Finalmente los restos afloraron y apareció lo que en su momento se consideró una enorme basílica. Las sucesivas campañas y excavaciones arqueológicas dieron como resultado la conservación y valorización de este yacimiento como uno de los más importantes de España y de la provincia, no tardando en ser considerado como bien de interés cultural.
Como apuntamos anteriormente, no son muchos los restos del periodo visigodo que aún quedan en territorio nacional, de ahí la importancia del hallazgo. Junto con la basílica, hoy en dia lo cierto es que no se conserva prácticamente nada de lo que debió ser una próspera villa en su momento, aunque sí podremos percibir una residencia de uso privado que tuvo alrededor de 12 metros de altura y dos pisos. Un edificio con influencias bizantinas orientado en función de los puntos cardinales, lo que nos da buena muestra de la alineación del eje norte-sur.
Según se ha podido comprobar, esta vivienda disponía de 40 metros de largo y 30 de ancho. La galería se encontraba cerrada por torres angulares que servían para delimitar el espacio central que se encontraba descubierto. Según los estudios que se han podido realizar sobre el terreno, esta edificación fue destruida a causa del fuego. Lo que sí se ha podido apreciar pese al incendio es que los muros de la casa estuvieron decorados con esculturas de piedra calcárea tallada a visel, siendo los motivos recurrentes las flores de acanto, de lys, y las esquematizaciones vegetales.
La zona arqueológica del Pla de Nadal la encontraremos al pie de la Loma dels Carasols en la localidad de Ribarroja del Turia y, además de piezas visigoda, también se han encontrado restos romanos. Si estás pensando en acercarte, te recomendamos apuntarte a alguna de las visitas teatralizadas que se realizan en el yacimiento. Puedes optar por el recorrido nocturno o diurno, pero en ambos casos se trata de la mejor manera de poder contextualizar toda la riqueza patrimonial concentrada en el lugar. Pero, sobre todo, conoceremos de manera cercana y directa el modo de vida del pueblo visigodo. Sus costumbres, su manera de hacer el pan, su organigrama social, etc…
Para los más atrevidos, las visitas guiadas durante la noche te ofrecen la posibilidad de degustar un menú visigodo dentro del marco incomparable del Pla de Nadal. ¡Una manera diferente y muy divertida de asimilar la historia!
Fotos / Ajuntament de Ribarroja