La gastronomía valenciana incluye en su recetario multitud de dulces tradicionales que sólo se elaboran en la región. Muchos de ellos son tan particulares que únicamente se realizan en un municipio concreto. Este es el caso de los ‘cachaps’ de Paterna, que no solo se producen de forma exclusiva en la localidad sino que actualmente solo un horno, el de Nª Señora del Rosario, continua haciéndolos.
Los ingredientes básicos de este exquisito dulce paternero incluyen crema o cabello de ángel, azúcar y gelatina, todo ello elaborado con unas finas y crujientes capas de hojaldre rellenas de una crema de la cual solo el pastelero conoce la mezcla. Además del secretismo que envuelve a la confección de esta delicia, una de las peculiaridades del cachap reside en su elaboración ya que desde el siglo XVIII se cocina siempre en el mismo horno, el cual ha ido traspasándose de padres a hijos, a lo largo de varias generaciones, hasta llegar a nuestros días. Y durante este tiempo, sus cocineros han sido extremadamente rigurosos en la elaboración, puesto que sólo de esta forma se ha podido conservar exactamente el mismo sabor de antaño gracias al cuidado de ingredientes y procesos.
Con todo esto, no resulta extraño comprobar que no hay festividad en la que no esté presente una bandeja de este manjar único que, durante más de dos siglos, el Horno del Rosario de Paterna – ubicado en la calle Médico Ballester – se ha encargado de elaborar.
Según cuenta la tradición, los primeros cachaps fueron obra de Celestino Monrabal, aunque es de su hijo Mariano Monrabal de quien se obtienen los primeros escritos históricos acerca del dulce en cuestión y su elaboración. Parte de esta historia se recoge en algunas baldosas de las paredes del horno, testigo del nacimiento y continuidad de los cachaps.
Sin embargo no fue hasta 1923 cuando se puso nombre a este dulce. Al parecer el ‘tio Cachapot‘, un vecino bastante famoso de Paterna y amigo de la familia de horneros, quiso el día de su boda sorprender a sus invitados ofreciendo estos pasteles durante el banquete. El éxito fue tal que lo vecinos comenzaron a llamarles ‘cachaps’ en su honor, conservándose el nombre hasta la actualidad.
Sin duda, estos dulces, cuyo singular e irrepetible sabor te conquistará, se han convertido en un elemento indispensable en cualquier ocasión especial. ¿A qué esperas para probarlos?
Foto/ Jlastras