Hoy nos calzamos las botas de andar o limpiamos la bici, preparamos la mochila y nos dirigimos a la comarca de La Safor, donde descubriremos dos lugares muy interesantes. El primero es l’Estret de l’Infern, un recorrido por el valle del río Serpis, uno de los pocos por estas latitudes que tienen un caudal de agua regular los 365 días del año; que nos llevará hasta el Circo de La Safor, uno de los lugares más singulares de la Comunitat Valenciana y que nos recordará a las formaciones que hay en los pirineos.
L’Estret de l’Infern
Empezamos en l’Orxa (también escrito Lorcha), Alicante, donde arranca esta ruta en la que seguiremos el recorrido que hacía desde 1893 el ferrocarril Gandia-Alcoi. Nada más cruzar el puente sobre el Serpis subiremos hasta la antigua estación, hoy abandonada, conocida como El trenet dels anglesos, que nos conducirá a la vía verde. Allí nos encontraremos con el castillo de Perputxent, de origen árabe, y -siempre con el río a nuestra derecha- pasaremos por una espectacular zona de bosque.
Seguimos hacia delante y llegaremos al primero de los túneles que pasaremos, poco antes de llegar a un vado de hormigón por el que cruzaremos el río (sobra decir que no debemos cruzarlo si lleva mucha agua y hay riesgo de que se desborde). A la derecha veremos una de las muchas pequeñas centrales hidroeléctricas que hay en el camino, y pasaremos por dos túneles más. El segundo es muy largo y hay momentos de oscuridad total, así que os recomendamos que llevéis una linterna.
600 metros más tarde giramos a la derecha y, tras una fuerte subida, abandonamos la vía verde para dirigirnos al Circo de la Safor. Una señal indica el final de la ruta, aunque la podemos prolongar hasta Villalonga o a la Font de la Reprímela (donde hay algún restaurante) girando a la izquierda. El camino es totalmente cuesta abajo, aunque antes os recomendamos que os toméis unos minutos para disfrutar del Circo de la Safor.
El Circo de la Safor
Como si fuese uno de los circos glaciares del Pirineo, el Circo de la Safor es una sierra circular, con algo más de 1.000 metros de altitud, que conforma una especie de anfiteatro abierto al viento. Se trata de una formación desconcertante, parecida a un cráter, por cuyos pies circula el río Serpis. Son 14 kilómetros que nos llevarán unas 4:15 horas (a pie) o 1:30 (en bici) perfectamente señalizados como PRV-42.
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Foto: Espencat en Wikipedia