La Vall D’Albaida
Os sorprenderá sin duda la blancura de una tierra que los árabes del siglo VIII dieron en llamar al-Bayda, “la Blanca”; el ensimismamiento de un valle con más de treinta pueblos, cobijados por un hermoso recinto de sierras, de donde manan fuentes copiosas y en donde gozaréis de espléndidas vistas y de umbrías llenas de plantas aromáticas. Hablamos, en efecto, de una de las comarcas que más han sabido conservar el carácter de lo autóctono, de lo mediterráneo, de lo valenciano. Encontraréis a vuestro paso casas tradicionales de llaurador, con sus portales de madera de mobila; ermitas insólitas y cautivadoras; callejones islámicos; palacios señoriales y castillos de roca. Degustaréis delicias de pastelería y platos tradicionales. Y tendréis ocasión de conversar amigablemente con los habitantes de la zona: cordiales, valencianohablantes y poco habituados a tratar con turistas. No en vano, la mayor parte de los valldalbaidins vive de la industria (textil, plástico, vidrio, mueble…), que es el verdadero motor económico del valle. Si bien, observaréis como destacable novedad la proliferación de casas rurales, cámpings y otros servicios turísticos de calidad que os harán pensar en la posibilidad de reposar unos días en las comarca, para poder así descubrirla, saborearla, hacerla vuestra poco a poco.
Más información:
www.valldalbaida.com
Gastronomía
¡Qué mejor tentempié que un pedazo de coca al horno, con aceite de oliva, tomate y pimiento! ¿O, porqué no una pericana de bacalao, reposada luego con una aromática infusión de timonet? De los platos sencillos, pasaréis luego a las comidas, del todo mediterráneas, preparadas con productos frescos “del terreno”: arroz al horno, arròs caldós, o paella (de verano, con alubias y judías verdes; de invierno, con habas y alcachofas), entre otros. De postre, unos pastissets de boniato, si es invierno, acompañados de aguardiente de herbero (hecho con hierbas medicinales de la Serra de Mariola). O, si lo preferís, después del café, podéis acercaros a las pastelerías de Albaida, Bocairent y Ontinyent, en donde os cautivarán las deliciosas nueces y yemas al fondant, entre otras especialidades de cada casa.
Fiestas
Las fiestas más boyantes ahora son las de Moros y Cristianos de Bocairent (febrero), Ontinyent (agosto) y Albaida (octubre). Más genuinas y ancestrales son las hogueras de San Antonio del Porquet (17 de enero), celebradas en casi todo el valle; las fogueretes de Agullent (septiembre); el Carnaval de Bèlgida, o la festa del Xop (El Palomar, mayo), consistente en cortar un chopo e hizarlo en medio de la plaza mayor.