Bèlgida
Situado en la vertiente septentrional de la sierra de Benicadell. El clima es templado.Predominan los cultivos de secano: uva de mesa, olivos y algarrobos. La actividad industrial se deriva de la agricultura: molinos de aceite, bodegas de vino.
Gastronomía:
De la gastronomía local, caben destacar algunos platos: potaje, menestra de verduras, arròs amb fesols i naps, bizcocho de almendras o aceitunas en sosa, entre otros.
Lugares de interés:
Parroquia de S. Lorenzo Mártir
La construcción actual data de finales del siglo XVII, aunque su decoración es renacentista (de orden toscano en fachada). En el siglo XVI se le añadió la Sacristía, entre 1602 y 1633 el Sagrario, en 1659 la portada, y entre 1777 y 1779 la Capilla del Ecce Homo. La iglesia recae a la plaza donde se hallaba el Palacio del Marqués. El altar mayor es de estilo Renacentista, con un retablo de madera de dos cuerpos. Tras el altar mayor se encuentra la sacristía y una pequeña capilla, cubierta con bóveda de medio cañón, de cuatro tramos, en disposición perpendicular a la nave central, del siglo XVIII. Esta última cuenta con decoración barroca, con zócalos y solados de azulejos valencianos, también del siglo XVIII.
Ermita de Sant Antoni Abat
Situada a 300 metros del municipio, en la bifurcación de los caminos que conducen a Montaverner y Beniganim, y descansa a 380 metros al N.NW de la población. Consta de una sola nave con bóveda de medio cañón, lunetos y ventanas simuladas, excepto una que da luz por encima de la puerta. Aunque la licencia para realizar la ermita fue otorgada el 11 de julio de 1718, ya durante las visitas parroquiales de 1645 y 1658 estaban muy adelantados los trabajos, si bien éstos no llegaron a feliz término hasta el 28 de julio de 1721.
Torre del antiguo Palacio
Situada en la Calle Presó, esquina con la Plaza La Iglesia. El Palacio de los Bellvís estaba emplazado en la parte alta del municipio, recayente a una plaza donde se encontraba la Iglesia, y ocupaba una extensión considerable de terreno. El edificio poseía dos torres, según tradición oral de principios del siglo XX y la denominación de alcázar hace pensar que podrían ser cuatro en origen, conformando una planta cuadrada. En la actualidad queda intacta su hermosa puerta ojival, de grandes dovelas, y aún puede admirarse algunos arcos apuntados de las ventanas y también de las piezas de la entrada con bóvedas de nervadura gótica, de cuyas claves se han desprendido los rosetones.
Museo Arqueológico Don Mariano Jornet Perales
Museo arqueológico dedicado a D. Mariano Jornet Perales, con piezas halladas en el término municipal., que corresponden a los periodos Eneolítico, Morisco e Ibérico-Romano. Se encuentra ubicado en el interior de la Casa de Cultura y se puede visitar todos los días laborables en horario de 16.00 a 18.00 horas.
Ermita del Calvario
Construcción sencilla de planta rectangular y escasa amplitud, de una sola estancia. Con fachada encalada, puerta adintelada y cubierta de teja árabe a dos aguas, con pendiente hacia los laterales y cumbrera perpendicular al frente. Inaugurada el 16 de diciembre de 1724.
En la sierra del Benicadell en el término municipal de Bèlgida, nace la emblemática Font Freda. Renovada en 1904. Un sendero transita por antiguos caminos y barrancos llenos de historia, rodeados de antiguas asentamientos musulmanes, con nacimientos de agua y fuentes de agua,…hasta el área recreativa de la Font Freda.
Fiestas:
Las fiestas patronales del municipio dedicadas a “San Lorenzo Martir”, se celebran desde el día 9 al 12 de agosto de cada año. Son fiestas que cuentan con asistencia masiva de público, ya que coinciden con el periodo vacacional de la mayoría de los vecinos del pueblo y de los municipios de alrededor. Durante las mismas se realizan diversas actividades culturales, deportivas, religiosas y bailes.
Pero las fiestas de gran tradición de este pueblo son sus “Carnavales”, pocos pueblos contarán entre sus costumbres otra que se perpetúe con más entusiasmo. El Carnaval concretábase antiguamente a las consabidas mascaradas, a la “enfarinà“ y al “eixabegó“, mas un acontecimiento ocurrido en los primeros años del pasado siglo XIX, vino a completar la fiesta con un nuevo atractivo: la “danza”. Su origen se cuenta como sigue: Al comenzar el siglo XIX el cólera asoló la población con sus estragos y no satisfecho el vecindario con las rogativas acordó celebrar, terminada la peste, la fiesta dedicada a San Ramón no nato el domingo que precede a la Cuaresma, y baile o “danza” en los siete días siguientes. Para perpetuar dicha fiesta se pensó en la manera de sufragar los gastos en lo sucesivo. Entonces se acordó por el Ayuntamiento, consignar en presupuesto 20 pesetas para la fiesta religiosa y 5 para la profana, completando el resto los quintos. En la actualidad, durante los días de fiesta se recorre la localidad con música de tamboril y dulzaina al amanecer, al mediodía y al anochecer. Del miércoles en adelante, tiene lugar hasta el mediodía “l’enfarinà”. La noche del sábado se realiza la fiesta de disfraces y hay que destacar la gran fiesta de disfraces que con carácter informal se celebra el sábado por la tarde, después de haber comido una buena paella.
En la actualidad las fiestas de barrio que se celebran en el municipio son las de “Sant Blai”, «Sant Antoni» y las de “Sant Vicent”. Durante las mismas se realizan diversas actividades culturales y religiosas, además en todas ellas se realizan hogueras.