Villanueva de Castellón es conocida, sobre todo, por ser la última parada de la línea 1 de Metrovalencia y por la Fira i Porrat de Santa Llúcia que se allí se celebra cada 13 de diciembre. Hoy vamos a conocer un poco mejor uno de los edificios más espectaculares de este municipio de la Ribera Alta, el Col·legi de Dominiques, y nos daremos una vuelta por esta localidad que también se conoció como Castelló de la Ribera.
Para encontrarnos con el colegio hay que dirigirse al número 26 de la Calle Ravalet, casi al final de la misma, donde se levanta el espectacular edificio obra de Joaquín Arnau Miramón, uno de los arquitectos más populares del romanticismo valenciano. Inaugurado en 1901, solo cinco años antes del fallecimiento del arquitecto, está construido en piedra, ladrillo y hierro, y su estilo neogótico con influencia modernista lo hacen inconfundible a los ojos del turista.
La construcción del colegio, hace ya más de un siglo, fue sufragada por Salvador Gil y Dolores Caldés. El edifico fue concebido como la sede para una fundación benéfica de la Congregación de las Dominicas de la Anunciata, y más tarde se convirtió en un colegio al que asisten niños desde el primer ciclo de Educación Infantil hasta alumnos de 4º de la ESO.
Más arquitectura y lugares de interés
Ya que estamos en Villanueva de Castellón, podemos aprovechar para visitar otros lugares de la época del Col·legi de les Dominiques. Por ejemplo, el Teatre Ideal, una sala de cine y teatro que abrió sus puertas el verano de 1914, lo que lo convierte en el segundo teatro más antiguo de su estilo de la Comunitat Valencia. Tiene dos pisos, el primero con 12 palcos, y en el segundo encontramos el tradicional gallinero de estas salas.
Otro lugar que no nos podemos perder, aunque este todavía no ha cumplido el siglo de historia, es el Mercado, un edificio rectangular de 30×40 metros con tres naves proyectado en 1926 por Carles Carbonell, que se inauguró en noviembre de 1926. El Mercado está al final de la calle dels Sants de la Pedra, y en el exterior notamos la influencia de otro de los grandes arquitectos de la época, Demetrio Ribes, autor de la Estación del Norte de Valencia.
Para completar el recorrido por Villanueva de Castellón, podemos visitar la Iglesia Parroquial, que data del siglo XV; las ermitas de la Sangre del Cristo y Santa Bárbara -un terremoto destruyó esta última en el siglo XIX- y edificios como el Ayuntamiento, la Real Acequia Escalona o las Cases dels Llauradors.
Más información y foto: Ayuntamiento de Villanueva de Castellón