Navidad

“pastorets i pastoretes, feu-me llenya que tinc fret no me la feu d’ argelagues, feu-me-la de romeret”

24 de diciembre a 6 enero

• El cant de la sibil.la, 24 de diciembre

Antes de la Misa del Gallo se acostumbraba a representar en nuestras iglesias el Cant de la Sibil·la, un bellísimo canto profético que cierra el Adviento con el anuncio del final del mundo y la segunda venida de Jesucristo en la noche de su nacimiento (Al jorn del Judici, veura’s qui haurà fet servici, repite su estribillo). Se representa tradicionalmente en Mallorca y l’Alguer (Cerdeña), y desde fechas más recientes en la ermita de Santa Anna de Gandia en la Basílica de Sant Jaume de Algemesí, y en la Iglesia de Santa María de Ontinyent, todos recuperados a partir de un cantorale mallorquín del siglo XV.

• Los locos de Jalance, 28 de diciembre

En algunas localidades, coincidiendo con el día de los Santos Inocentes, se acostumbra a cambiar por un día el orden social establecido con una fiesta carnavalesca y burlona (de orden del señor Alcalde de los Inocentes hago saber: que ninguna mujer ponga la olla ni la deje de poner…, advierte en su inicio un Bando de los Locos). En Jalance, los quintos del pueblo piden al alcalde su vara de mando; hoy nadie escapa a la ley de los Locos. Con porras hechas con raíz de ginebro, gorros de papel de colores y caras pintadas, obligan a quien pase por delante de ellos al pago de una multa, consistente en dinero o producto en especie que será entregado a la Iglesia para poder “sacar almas del purgatorio”. A cambio, los “damnificados” son invitados a beber por los festeros.

• Cabalgatas de Reyes Magos,5 de enero

Inspirada en las entradas de moros y cristianos, las cabalgatas de reyes se incorporan a los festejos navideños de los pueblos en el siglo XIX.

Durante los últimos años experimentan una gran expansión de la que no escapa la totalidad del territorio valenciano. Los reyes, como magos que son, llegan a todos los pueblos en pocas horas, por mar, helicóptero, globo, tren o camello, para obsequiar a todos los niños con sus merecidos regalos. Esta fiesta se inicia en muchos pueblos unos días antes, con la llegada de los pajes y carteros reales, que recogen las misivas de los más pequeños.