QUÉ VISITAR EN CHELLA:
1. En Chella existe un sendero que conecta la cascada del Paraje de El Salto con su espectacular mirador, para que ningún senderista se pierda las increíbles vistas al río Sellent. Durante el recorrido encontramos un antiguo molino del siglo XX; una pequeña cueva llamada «La Cueva que Llueve», donde gracias a las innumerables goteras y filtraciones de la cascada pueden verse estalactitas y estalagmitas; las ruinas de la central eléctrica y la Casa de los Ferrando; y el rincón llamado «El paraíso», pequeño humedal protegido de forma natural con abundante vegetación donde existe un pequeño microclima a su alrededor y desde donde podremos observar la cascada en su base.
2. El Paraje y Fuente del Abrullador, a las afueras de la población, rincón cercano a la Acequia Madre y la Poza del Azud. La Fuente del Abrullador es una mina de agua que nace en una galería o alcabor excavado que se adentra 180 metros en las entrañas de la montaña. El agua que nace queda retenida cerca del paraje, en un pequeño azud que vierte sus aguas a la Acequia Madre, una construcción de los siglos XVIII-XIX que durante 3 kilómetros reparte el agua por toda la huerta de Chella.
3. Muy cerca de este paraje están Los Molinicos y la Playa Salvaje, zona cuyas aguas proceden del Barranco del Abrullador, y los sobrantes de la Acequia Madre. Este gran lago fue concebido como balsa de riego en origen, aunque hoy en día es un paraje y espacio de recreo para visitantes y vecinos. También ha sido paraje de baño, aunque hoy existe cartelería que lo prohibe.
4. Las Cuevas del Turco, creadas en la época de Al-Ándalus entre los años 711 y 716 por la población árabe que fundó el pueblo como alquería musulmana. Son un conjunto de entre 15 y 20 covachas excavadas en la pared, a gran altura, de forma que su acceso es prácticamente imposible sin los medios necesarios, con gran similitud a las que se encuentran en Bocairent y Ontinyent. Investigaciones realizadas por Agustí Ribera desvelan que las cuevas pudieron ser construidas con fines defensivos.
5. El Parque de la Fuente de Chella, un parque ideal para los niños que dispone de campo de fútbol, fuente con agua, parque infantil y servicios, además de zona para la realización de actos. Junto a él se encuentra la Fuente de los Chopos.
6. La Iglesia Parroquial de la Virgen de Gracia, reconstruida en el siglo XVIII y cuya cúpula está siendo investigada al haber sido diseñada posiblemente por Gaudí.
7. A las afueras de la población, junto al Camino de los Baños, se encuentran Los Baños, restos de un antiguo balneario de aguas termales y medicinales de Chella que estuvo activo mucho tiempo y que fue muy visitado por sus beneficiosas aguas.
QUÉ VER EN BOLBAITE:
1. El río Sellent, a su paso por Bolbaite, ofrece el área recreativa «Paraje del Río Sellent», donde el río se convierte en un lago natural acondicionado como zona de baño por el que en verano pasan miles de personas.
2. El Castillo-Palacio de Bolbaite, visitable durante muchos fines de semana y festivos del año mediante visitas guiadas. Fue construido sobre una primitiva islámica en el siglo XVI por la familia Pardo de la Casta, señores del lugar, convirtiéndola en un castillo-palacio que actuaba como residencia y símbolo de poder del señorío.
3. El pequeño casco histórico de la villa, conocido con el nombre de Rabalet. Se trata de un entramado de callejuelas alrededor del Castillo de Bolbaite, que descienden hasta la Plaza de la Iglesia, lugar donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia de San Francisco de Paula, del siglo XVIII.
4. La Ermita de Santa Bárbara, situada en un cerro cercano a Bolbaite, en un entorno lleno de pinos carrascos y abundante vegetación. Las visitas desde la ermita proporcionan una buena panorámica de la Canal de Navarrés, pudiendo ver incluso el mar en el horizonte en días claros. El paraje cuenta con mesas y bancos de madera, fuentes y un bar-restaurante.
QUÉ VER EN NAVARRÉS:
1. Dentro del casco urbano de Navarrés, destaca la Casa del Ratoncito Pérez a los pies de la Ermita y el Calvario. Esta casita es un original espacio donde los pequeños de la casa pueden dejar sus dientes y peticiones, mediante cartulinas que allí mismo hay o con cartas que llevan desde casa, para pedirle deseos al Ratoncito Pérez.
2. Los Chorradores de Navarrés, un sencillo sendero lleno de cascadas y frondosa vegetación, junto al Barranco del Barcal, en el que es posible ver lugares como la Fuente Clara, el Chorrador, diversos saltos de agua o el Pozo de las Quebradas. El paraje, situado a las afueras de la población, está muy bien acondicionado, con aparcamiento (de pago en fines de semana) y servicios en uno de sus extremos.
3. Es posible realizar una ruta circular para, además de conocer los Chorradores de Navarrés, visitar las ruinas del Castillo, desde las cuales tendremos unas bellas vistas de la población.
4. Al salir de Navarrés en dirección a Quesa existe una salida que conduce al Embalse o la Presa de Escalona, lugar donde se sitúa un conocido y sencillo embarcadero y es posible disfrutar de un paseo, un baño en época estival o realizar actividades como paddle surf o kayak. La misma empresa que gestiona el embalse se encarga de organizar otras actividades cercanas, como escalada, tiro con arco o descenso de barrancos.
5. También a las afueras del núcleo urbano se encuentra el Lago de Playamonte, una preciosa playa de interior convertida en zona de baño y playa continental para disfrutar en verano de un baño o de un agradable paseo en otra época del año. La zona cuenta con servicio de bar con barra, lavabos públicos, parque infantil y varias fuentes, como las de “El Pescao”, “La Loca”, “La Fuente Negra” y “la Fuente de los Pastores”, nacimientos de agua situados junto al lago al que abastecen.