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Tuejar

Enclavado en la Comarca de los Serranos, entre hermosos valles, ríos y montañas. Zona de montaña con abundantes pinares y numerosas fuentes naturales, parajes de La Tartalona, a 300 m. del embalse de Benagéber, con piscina, polideportivo, restaurante y zona de acampada; el Azud, en el río Tuéjar, con merenderos, y la Zagra, junto al río Blanco o Túria, con piscina, servicios y zona de acampada.
La población dispone de infraestructura turística, alojamientos, comercios y servicios.

Gastronomía:

Destacan de la gastronomía local, platos como la olla de pueblo (patatas, cardos, judías y carne de cerdo), gazpacho tuejano, (torta de pan, conejo y pollo desmenuzados), así como excelentes carnes y embutidos.

Dulces tradicionales: Ensaimás, torta de pasas y nueces, mantecados, rollitos de anís y los muégados (de origen árabe)

Lugares de interés:

No hay muchos ni grandiosos monumentos en Tuéjar, siendo los pocos existentes testigos de una muy singular historia, y por los grandes esfuerzos que costaron a los antepasados el llevarlos a cabo son muy queridos y respetados, tanto por las gentes de este pequeño pueblo como por aquellos foráneos que lo visitan. Nos reconfortará mucho el darnos una vuelta por la villa, recorriendo las empinadas y tortuosas calles de la parte alta y desde los terrenos donde estuvo asentado el castillo disfrutar con una magnífica panorámica de la pequeña población rodeada de su fértil huerta.

La iglesia parroquial, monumento histórico-artístico de carácter nacional, la ermita, el Portal de los Santos, y las pinturas rupestres de los Corrales de Silla merecen visitarse y, sin duda que, aquellos que así lo hagan, quedarán muy complacidos…

Pero también hay otras cosas que ver… emplazamientos íbero-romanos como el del Castellar, el castillo de Zagra (tan nombrado y tan ignorado), el nacimiento del célebre acueducto romano de la Peña Cortada, las explotaciones mineras de hierro de la época romana en la lejana Peña del Rayo… tantas y tantas por descubrir…

Fiestas:

Las fiestas se celebran anualmente el 15 de agosto, patrocinadas por la S.C.R. San Cristóbal y por el Ayuntamiento, y el 8 de diciembre dedicadas a la Inmaculada Concepción, patrona de Tuéjar.

El día 13 de noviembre tiene su día San Diego, patrón del pueblo. Cada cinco años, los acabados en 0 y en 5, se realizan las fiestas extraordinarias o mayores, aquí llamadas «gordas», durante la semana del 15 de agosto y dedicadas a La Purísima. Es entonces cuando se manifiestan las tradiciones más apreciadas por los tuejanos: El traslado de la Virgen desde la ermita a la iglesia, en una procesión emocionante; y las representaciones del Entramoro y la «rodá» o ruedo de la bandera.

Con motivo de la Pascua, en la mañana del domingo de Resurrección, se llevan a cabo, por los quintos del año, las Cortesías. Consiste en un vistoso acto de reverencia a la Virgen. Se desarrolla en la plaza Mayor, que ha sido engalanada la noche de antes con arcos formados con palos forrados de sabina, y con pinos naturales de pequeño tamaño «plantados» por la plaza, a modo de bosque.

Para San Antón, (17 de enero), la noche precedente, se tiene por costumbre el encender grandes hogueras en varias calles del pueblo, ofreciéndose a quienes las visitan los populares altramuces y cacahuetes, acompañados por la no menos popular «limoná».