¿Te apetece una escapada rural sin salir de la provincia de Valencia? Ya sea para una escapada navideña o cualquier fin de semana del año, aquí te proponemos siete pueblos que te harán desconectar, respirar aire puro y descubrir rincones llenos de historia, naturaleza y encanto.
Chulilla
Si buscas un destino serrano con un aire auténtico, Chulilla es tu elección. Este pequeño tesoro, encaramado en plena sierra, sorprende con sus callejuelas estrechas y casas blancas adornadas con flores, ideales para perderse paseando sin prisa. Su Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles marca un punto de referencia en el casco urbano, mientras que el castillo de origen musulmán corona el paseo con unas vistas que quitan el aliento.
Pero Chulilla no solo enamora por su arquitectura; su entorno natural es un paraíso para los amantes del senderismo. Recorrer los Puentes Colgantes, la ruta de las Cuevas – Peñeta o aventurarse hasta el Charco Azul, la Peña Judía o el Remanso de las Mulas garantiza jornadas llenas de adrenalina y belleza.
Bicorp
En el corazón de la Canal de Navarrés, muy cerca de Valencia, se encuentra Bicorp, un lugar donde la naturaleza, la historia y la aventura se entrelazan a la perfección. Sus montañas, el serpenteante río Fraile y los senderos que atraviesan barrancos y bosques invitan a disfrutar de rutas al aire libre, mientras que cada recodo esconde rincones que parecen de otro tiempo.
La historia de Bicorp también merece una parada. Las Cuevas de la Araña, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conservan pinturas rupestres que nos transportan a la prehistoria, recordándonos la importancia milenaria de este asentamiento. Otro lugar imprescindible es el Barranco Moreno, un entorno natural que combina belleza paisajística y aventura, ideal para perderse entre la vegetación y la historia.
Anna
El agua es la esencia de Anna, otro municipio del Canal de Navarrés que no deja indiferente. Sus lavaderos, canalizaciones y fuentes hablan de un pasado ligado a este elemento vital. El Palacio de los Condes de Cervellón, apodado la “pequeña Alhambra valenciana”, es hoy sede del Museo Etnológico de la Villa y del Museo del Agua, y su imponente arquitectura merece una visita pausada.
Además, Anna ofrece rutas que conectan con la naturaleza y el ocio: la Ruta de las Tres Cascadas, el paseo alrededor del Lago o Albufera de Anna, su laberinto vegetal o la Fuente de Marzo, son solo algunas de las experiencias que esperan a quienes buscan un plan tranquilo y lleno de encanto.
Bocairent
No podía faltar Bocairent, un pueblo que parece detenido en el tiempo. Su barrio medieval, con casas apiñadas en torno a la sierra, es de los más bonitos de la provincia, y su acceso a través de un puente singular prepara al visitante para un paseo por siglos de historia.
Recorrer sus calles escalonadas, fuentes, portales y plazas es como viajar atrás en el tiempo. Entre sus monumentos destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, y también hay que visitar Les Covetes dels Moros, la plaza de toros excavada en la roca, el monasterio rupestre, la Cava de Sant Blai y los rincones más secretos del municipio. Bocairent es un destino que combina historia, arquitectura y naturaleza de forma única.
Chelva
De vuelta a la Serranía, encontramos Chelva, un pueblo valenciano que fascina por su personalidad. Su casco antiguo es uno de los más bellos de la provincia, donde conviven casas encaladas de origen árabe con otras pintadas de azul, recordando a Chefchaouen. La Ruta de las Tres Culturas permite descubrir este mosaico de historia y arquitectura, mientras que el Palacio Vizcondal y el Convento de San Francisco de Asís, cuna de la observancia franciscana en España, son paradas obligatorias.
Para los amantes del senderismo, la Ruta del Agua de Chelva, que puede enlazarse con la de Calles, ofrece paisajes llenos de vegetación, cascadas y rincones que invitan a perderse en la naturaleza.
Cortes de Pallás
Cortes de Pallás es un auténtico “mundo aparte”. Miradores de vértigo, cascadas y charcas como las del Ral o el barranco de la Barbulla se mezclan con una oferta gastronómica que va desde las tradicionales tortas de embutido del horno El Balsón hasta restaurantes como El Mirador del Oro o Ca la Conchín.
Los amantes de la aventura tienen su paraíso aquí: senderismo por la senda Cavanilles, el GR-7 o los Cintos de Cortes, kayak en el embalse, escalada o descenso de barrancos con Tot Aventura. Su patrimonio también es fascinante: el Castillo de Chirel y la huerta morisca mejor conservada de Europa, con acequias, balsas y huertos de regadío, nos muestran la ingeniosa herencia agrícola de musulmanes y moriscos. Cortes de Pallás combina naturaleza, historia y emoción en un destino completo que sorprende a cada paso.
Torres Torres
Cerramos nuestra ruta en la comarca del Camp de Morvedre, en Torres Torres, un pequeño pueblo rodeado de campos de cultivo. Aquí, la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles se erige como punto central, mientras que los baños árabes, la cisterna y el castillo recuerdan el pasado histórico del municipio.
Torres Torres también es ideal para los aficionados al cicloturismo, ya que por su término transcurre un tramo de la Vía Verde de Ojos Negros, un recorrido que combina deporte, paisaje y tranquilidad.
