Oliva, muy conocida por sus playas o por su gastronomía (ámbito en el que destacan las cocas de dacsa o les pebreres farcides), dispone de un gran patrimonio natural y turístico, formado por un parque natural, diversos campings que hay en su término o la gran ciudad Oliva Nova, con campos de golf y todo tipo de lujos.
QUÉ VER EN OLIVA:
El Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva, un parque que cuenta con 1253 ha. y que se sitúa entre los términos de Pego (Alicante) y Oliva (València). Destaca en él un sencillo sendero circular de poco más de media hora -si tan solo hacemos el camino de las pasarelas- o de cerca de una hora y media si subimos hasta la Muntanyenta Verda. Se trata de la Ruta del Riu Salinar, un sencillo itinerario interpretativo.
Dentro del término del parque también se encuentra la Font Salada, un nacimiento subterráneo de aguas termales donde es posible bañarse en cualquier época del año dado que la temperatura del agua está en torno a los 23ºC -siempre por encima de los 21ºC – y llega a alcanzar los 29ºC.
El casco histórico de Oliva, que conserva en perfecto estado gran parte de su pasado medieval con entramados de cuestas empinadas, calles labradas sobre la piedra rodeadas de antiguas casas señoriales, museos, iglesias y un barrio morisco. Del arrabal morisco destaca la Calle de la Hoz, con casas del s.XVI construidas sobre la roca, sin olvidarnos de la Calle de les Moreres, una de las más bonitas de Oliva por sus casas blasonadas, la Plaza España o la Calle de la Iglesia.
Se recomienda una ruta para subir a las ruinas del Castillo de Santa Ana y a la cercana Creu de Oliva.
Uno de los puntos más curiosos es la desembocadura de la Séquia del Vedat, un rincón del Riu Bullent junto a la playa y curioso paraje de agua dulce con un cierto grado de salinidad debido a la cercanía del mar, lugar donde las aguas están a una temperatura bastante fresca junto al mar, debido al corto recorrido del río.
QUÉ VER EN VILLALONGA:
La Ruta de la Vía Verde del Serpis, con casi 25 kilómetros de trayecto (ida y vuelta) entre los términos municipales de Villalonga (València) y Lorcha (Alicante). Se puede realizar a pie o en bici (gran parte de ella) y acortar para realizar tan solo el tramo más bello, el Racó del Duc donde encontrar túneles, azudes, las ruinas de la ermita de la Immaculada (s.XIX), los restos de antiguos molinos o fábricas de luz, y siempre junto al Río Serpis.
El paraje de la Llacuna, en el que destaca la Bassa de la Llacuna y el anexo pozo construido de piedra, donde muy cerca, a pocos kilómetros, se encuentra un área recreativa y, más adelante, la llamada Creueta o Creu de la Partida de la Llacuna de Villalonga, desde donde observar una gran panorámica hasta el mar.
El Cim de la Safor, cima a la que se puede ascender desde la Llacuna o desde Lorcha, desde la Font dels Olbits, destacando que sus puntos más bellos están en término de Villalonga (tanto el Cim de la Safor, como el Mirador Circ de la Safor, la Nevera de la Safor o la Finestra de la Safor).