Titaguas ha puesto en marcha los Itinerarios Turísticos ‘Simón de Rojas’ para ofrecer una ruta natural y paisajística en relación con el ilustre botánico decimonónico.
La Ruta de Patrimonio Urbano de Titaguas, que ya tiene una década de antigüedad, ofrece al visitante una guía a través de distintos paneles informativos por el conjunto de edificios históricos y singulares de gran valor patrimonial de este municipio del Alto Turia.
El itinerario, apto para todas las edades, comienza en la Plaza de la Iglesia, ofrece un paseo sin dificultad para conocer una de las comunidades rurales que dieron forma a la identidad cultural valenciana: sus calles y plazas, sus casas, eras y pajares, y sus corrales.
Tras los pasos de Simón de Rojas
En su primer tramo se llega a la fuente de La Zarza. Se trata de un área recreativa que se encuentra a apenas un kilómetro del casco urbano, sobre un pequeño cerro desde el cual se pueden observar unas hermosas vistas del valle en el que está enclavado Titaguas y las montañas que lo rodean. El agua de la Fuente de la Zarza, según cuentan los vecinos, proviene de un manantial subterráneo que hay en la montaña en la que se halla la fuente. Las aguas se cree que tienen propiedades saludables y son muchos los que acuden a beber. En la Fuente de la Zarza existe un espacio habilitado con paelleros, mesas, bancos y espacio cubierto, donde poder disfrutar de un almuerzo o comida.
El recorrido continúa en dirección norte por senda y camino donde se puede recoger espárragos, moras o almezas, «cada cual a su tiempo». La senda lleva al visitante hasta la ermita, otro punto elevado, desde el que conseguir una buena foto por sus vistas y panorámica. Se trata de una fortaleza amurallada convertida en la ermita de la localidad, donde aguarda la patrona de Titaguas, la Virgen del Remedio, durante todo el año. Los titagüeños peregrinan hasta este lugar en el mes de agosto (salvo en las fiestas gordas, cada siete años, que se hace en mayo) a recogerla para que la imagen les acompañe en las fiestas patronales, siendo devuelta a su templo en la primera semana de septiembre. La ermita, de arquitectura significativa, trabajada en piedra, cuenta en su interior con unas valiosas pinturas y una cerámica muy singular. En esta zona se puede también disfrutar de una jornada de campo, pues también se han habilitado paelleros,
Este proyecto nace gracias al Plan de Competitividad Turística firmado entre la Mancomunidad del Alto Turia, la Diputación Provincial de Valencia y la Agencia Valenciana de Turismo, con el objetivo de crear una oferta turística diversificada y conjunta en los pueblos que conforman el ente comarcal.