Si ayer nos fuimos de ruta ecuestre por el río Túria, hoy empezamos la semana con otra ruta muy particular. Se trata de la Ruta d’Arbres Singulars que nos ofrece el término de Gandia, sin duda una forma entretenida de conocer nuestra naturaleza más caprichosa. Visitaremos un total de 12 puntos en la ciudad en los que encontramos especies centenarias, monumentales, exóticas y autóctonas. ¡Descúbrelas!
La ruta parte del Cementerio Municipal, donde encontramos numerosas especies centenarias como los cipreses de 14 metros de altura -símbolos funerarios-, los plataneros, las jacarandas con su tonalidad morada en otoño, las palmeras mexicanas y las canarias. La siguiente parada es la rotonda de la carretera de Villalonga, donde se alza el majestuoso y centenario pino canario de 23 metros y medio. Otras 2 representaciones de esta especie, igualmente longevas aunque con unos metros menos, las encontramos en el Parque Ausiàs March, donde se instala el recinto ferial.
Ahora nos vamos al centro histórico para visitar el patio del Colegio Borja de Jesuitas, que alberga un conjunto botánico de entre 100 y 120 años formado nuevamente por plataneros, palmeras canarias de más de 22 metros, jacarandas y las recurridas casuarinas por su resistencia a la contaminación atmosférica. También hay eucaliptus, arces, cedros, tujas, cipreses y ficus. Muy cerca de aquí se encuentra la Casa de la Marquesa, cuyo increíble jardín nos regala la vista con casuarinas de hasta 24 metros de altura, moreras, el tilo, la palmera datilera, el magnolio en el centro con sus grandes flores y los mediterráneos pinos blancos. Entre las especies exóticas destacan la caña de bambú, la troana -de origen japonés y coreano-, el chirimoyo -de Perú y Ecuador-, el llamado ‘árbol del paraíso’ por aparecer en la historia del Jardín del Edén, el aguacate, el cedro del Atlas y el abanico de jardín.
En el patio del Colegio de San Francisco de Borja descubrimos una arboleda con 3 casuarinas y 7 palmeras canarias. Aunque no incluidas en el catálogo de árboles singulares, hay otras especies relevantes como son el olmo de Siberia, los chopos negros, almeces, la morera de papel y el árbol del cielo. La ruta sigue con las palmeras datileras de 14 metros de altura situadas en la Plaza de Cristo Rey, la casuarina de 25 metros y 115 años del Museu Arqueològic de Gandia, el platanero de la calle Perú -de igual altura y 5 años menos-, el autóctono almez de 150 años ubicado en el cauce del río Serpis y la arboleda de la Alquería Laborde. En el jardín de esta alquería, que mide más de 2.600 metros cuadrados, crecen laureles, cipreses de California, adelfas, araucarias, magnolios, patas de elefante, palmeras mesianas y tejos. Se trata de la arboleda con mayor diversidad, mientras que la que rodea la Ermita de Santa Anna -ya fuera del núcleo urbano- es la más numerosa debido a la cantidad de cipreses, almeces, eucaliptus, pinos blancos y piñoneros.
Vía y foto / Ajuntament de Gandia