Desde que en el año 2008 se inaugurase la ‘ruta de los monasterios‘, cientos de personas han recorrido sus caminos desde el municipio de Gandia, donde se sitúa su inicio, hasta Alzira, lugar donde finaliza. Es, sin duda, una enriquecedora caminata pues no sólo recorre bellos paisajes si no que además introduce al visitante en la historia del interior de la provincia a través de 5 de sus monasterios más representativos. A pie, en bicicleta, a caballo o en coche, ¡tú decides como quieres recorrerla!
La primera parada de esta excursión es el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, en Alfauir, uno de los mejor conservados de toda la provincia. Aquellos que lo visitéis podréis contemplar de primera mano el espectacular patio de entrada, la torre gótica o el claustro mudéjar, entre otros muchos elementos. Es uno de esos edificios que muestra su historia desde el primer momento, embaucando al turista. De hecho, es posible contratar visitas guiadas para que nos ayuden a comprender mejor aquello que vamos a observar.
La siguiente escala llega con el Monasterio del Corpus Christi, ubicado en el municipio de Llutxent. Este edificio fue construido en el siglo XV en torno a un gran claustro central, comúnmente empleado y rasgo distintivo de la época. Según se dice se eligió precisamente este lugar para construirlo debido al ‘Milagro de los Corporales’ que, supuestamente, sucedió en ese mismo lugar. Éste también destaca por haber albergado uno de los emblemas académicos de la provincia: la primera Universidad de Valencia
El próximo sera el de Simat de la Valldigna, el Monasterio de Santa María de la Valldigna. Localizado en un hermoso valle, este lugar ha sufrido mayores consecuencias de las inclemencias del tiempo que su homólogo anterior, por lo que algunas de sus partes han quedado en ruinas. Aun así, y gracias a diversas restauraciones, podréis contemplar perfectamente parte de las murallas defensivas que rodean el templo junto con dos de sus puertas más importantes, la de Xara y la Real. También destaca la Fuente de los Tritones, una enorme construcción en mármol gris y roca que fue devuelta a su lugar original desde los Jardines de Viveros de Valencia.
El Monasterio de Aguas Vivas tampoco deja indiferente a sus visitantes. Este lo encontraréis en el Valle de Aguas Vivas y se estima que empezó a construirse en el Siglo III. Entre sus principales atracciones destacan una imagen la Patrona de Carcaixent y un reloj solar que decora la torre del campanario.
El trayecto finaliza en Alzira con el Monasterio de la Murta, el cual surgió debido a la agrupación de algunas ermitas del valle alrededor de los siglos XIV y XV. Al igual que sucede con otros edificios religiosos, la construcción da especial importancia a la iglesia y sitúa todo alrededor de un claustro central. Destaca especialmente la torre de los palomos y el portal renacentista presidido por el escudo de la familia Vich que, por supuesto, no te puedes perder.
Foto / Tadeo