Todas las grandes ciudades necesitan cerca un espacio verde, lo que se conoce como «pulmón verde o natural», un refugio donde el bullicio de la ciudad, sus aglomeraciones de gente, el tráfico, el ruido y la contaminación parezcan a años luz. Cuando hablamos de los parques naturales en Valencia os dijimos que el Parque Natural del Turia es el que ejerce esta función en Valencia y su área metropolitana, así que vamos a aprovechar para conocer mejor este oasis de naturaleza junto al cap i casal.
Está situado al oeste de Valencia, siguiendo el curso del río Turia a su paso por los municipios de Quart de Poblet, Manises, Paternas, Ribarroja, l’Eliana, VIlamarxant, Liria y Pedralba; y si lo tenemos que definir geográficamente diríamos que se trata del punto donde conecta la llanura aluvial del Turia y las últimas estribaciones del Sistema Ibérico en Valencia. Una de las mejores formas de disfrutar del parque es hacer las rutas que se han diseñado, ya sean rutas a caballo o a pie, pero el Parque Natural del Turia es mucho más.
Por ejemplo, a medida que avance nuestra excursión nos toparemos con una serie de trincheras, fortines y protecciones aéreas de la Guerra Civil. Se trata de los restos de La Inmediata, la línea defensiva que debía proteger Valencia, última capital republicana, y que une Sagunto con el polvorín de Ribarroja, pasando por municipios como El Puig. También encontraremos elementos ligados al aprovechamiento del agua como assuts o acueductos.
Otro de los elementos destacados del Parque Natural del Turia son los restos arqueológicos que encontramos en él. Por una parte, está el yacimiento paleontológico de la Vallesa, con más de 60 especies de foraminíferos, moluscos y crustáceos del mioceno marino. Más recientes son, de más a menos antiguo, los yacimientos del Prat de Llíria y la Cueva de los Murciélagos de Vilamarxant (Paleolítico), la Cueva del Salto del Lobo de Pedralba (Mesolítico) o la Rambla Castellarda, también en Liria (calcolítica).
Mucho más conocidos son la Lloma de Betxí, un yacimiento de la Edad del Bronce que hay en el término municipal de Paterna, o el Pla de Nadal, el famoso yacimiento de la época visigoda que encontramos en Ribarroja. Todo ello, enmarcado en un paisaje que a lo largo del curso del Turia va evolucionando desde los bosques mediterráneos de pinar y matorral del interior hasta la tradicional huerta valenciana que aparece a medida que el río se acerca al mar y acompañados siempre de una rica fauna.
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